Tal vez en realidad no exista una sola definición de belleza aunque el diccionario Larousse Juvenil nos dice que es "Conjunto de cualidades que son agradables a los sentidos". Probablemente la realidad de porqué es tan difícil definirla es que cada uno percibe de diferente modo las cosas y hay gustos muy variados.
En lo personal se me hace un tema bastante difícil puesto que yo he vivido con problemas respecto a esta materia desde hace ya algo de tiempo. Al igual que muchos de los que leen este blog (que no creo que sean muchos) en algún momento (o muchos, más bien) me he sentido insegura respecto a mi aspecto físico, lo cual ahora que lo pienso, no me parece nada extraño, ya que hoy en día vivimos constantemente bombardeados por los medios de comunicación con imágenes de cómo se supone que deberíamos de ser. Estereotipos de "belleza" que muchas veces no son más que una fantasía, una distorsión de la realidad a cual muy pocos tienen acceso
Y no es fácil lidiar con el peso que cae sobre nuestros hombros, un peso muy grande que lleva la etiqueta de "Perfección" y es una utopía de muchos, un sueño que persiguen día con día, una carrera sin fin en la cual el único objetivo es lograr ser tan perfectos como cualquier Dios griego y ganarse un lugar en el Olimpo. Lamentablemente es una meta casi imposible de alcanzar, sobre todo porque la belleza física es temporal... una máscara que nos prestan durante algún tiempo y se va desgastando hasta convertirse en los restos de lo que solíamos ser.
La única realidad es que la perfección sí es alcanzable pero no como nos la venden en esas fabulosas revistas de moda... La perfección del alma es totalmente accesible a una persona normal con cualquier estatura, peso, color de piel, etc... Ser bellas personas no implica tener ciertas medidas o cierta posición social, implica ser mejores personas a cada día, dar lo mejor de nosotros sin esperar nada a cambio, implica estar bien contigo mismo y estar seguro de quién eres, es empezar por amarte tal y cómo eres para que los demás puedan ver esa belleza y amarte también.
Siempre solía ver a las niñas más guapas en la escuela, en las calles y me preguntaba qué se sentiría ser así de bonita, honestamente nunca me consideré bonita ni nada por el estilo, claro que oía esos comentarios de la tía, de la amiga de mi mamá, de la abuelita... "que guapa estás" "mira qué chula te pusiste" "ya huelen a suegros" y todas esas payasadas que te tomas más bien a broma porque suenan a que te lo dicen por compromiso, por quedar bien; más como una norma social que como un cumplido honesto.
Bueno yo lo único que quería era sentirme bien con como era, saber que alguien podía quererme así tal cual, que no debía de ser más flaca, más alta o más bonita para merecer a alguien. Estaba harta de las dietas, de las críticas, de esta inseguridad que me invadía y cada que entraba en un lugar no podía evitar compararme con quien fuera y sentir que valía mucho menos que ellas. Toda esta obscuridad me llevó a caminos muy tristes, trajo pensamientos absurdos, mi vida estaba regida por una fantasía inalcanzable...
Yo no entendía nada de eso de la belleza interior, yo quería ser bella en el exterior, que pasara en la calle y me voltearan a ver... hasta que él llego a mi vida, él me demostró que puedo ser bella por fuera pero que lo que más importa al final, es lo de adentro y que si alguna vez dudo de qué tan bella soy, puedo, en vez de mirar un espejo, mirar hacia atrás y ver si estoy a gusto con lo que he hecho en mi vida y si lo estoy, eso tal vez significa que soy mejor persona de lo que pensaba.
Nunca me pregunte si era una buena persona, y creo que a la fecha no lo sé bien, pero de algo sí estoy segura, él me hizo mejor persona, en todo sentido y nunca podré agradecerle suficiente por todo lo que ha hecho por mí.
Esta entrada está dedicada al amor de mi vida que me hace querer ser mejor cada día, con todo mi amor...
Peace&Love
KarennJoy
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